Día 3: ¡¡Adiós ciénaga comebotas, hola yolandeses!!

¡¡¡Hey!!!, aquí estamos, hace un  par de horas que hemos llegado.
Aunque la mañana presagiaba sol y calor, enseguida vimos que no, que las nubes nos iban a acompañar todo el día.
El camino era cuesta arriba, llegamos a la ciénaga, sin ciénaga,... rezamos el responso en honor a la bota desaparecida y llegamos sin novedad a Cades.
Ya nos estamos aconstrumbrándonos a caminar, a disfrutar del paisaje y de los amigos.
Sin quererlo,  tenemos anécdotas que contar, algún susto, los yolandeses para comer,  ha vuelto nuestro compañero recuperado e incluso el zorro ha atacado.
Estamos preparando el paseo nocturno por el bosque y... no paramos ni de día, ni de noche.
Luego fotos y opiniones de los   protas...:
La primera de Unai...

Al principio, desayunamos en el hotel unos buenos croissants y unas buenas galletas. ¡Mmmm delicious!. 
Después, partimos al famoso puente de San Vicente, donde intentamos pasarle sin respirar. ¡Casi lo conseguimos! 
Más tarde, llegamos a relieve de montaña. ¡Jopelinesssss quiero ir en helicóptero! Pasado un rato, almorzamos en una bolera peculiar, donde jugamos a la botella. ¡Fue divertido! Además nos echaron unas tabletitas de chocolatitoooo, con sus galletitasssss. ¡Ojito, galletas María! Más tarde, pasamos por la famosa “Ciénaga come-botas”, donde Rosa Inés hizo su ritual, por favor, señores quítense el sombrero. Para finalizar, comimos en la bolera del “Zurdo de Bielva” y pa´l albergue.

Las fotooooooss, por fin